27 noviembre, 2006

Tesoros

Amigos, grandes tesoros, personas que te miran a los ojos y aunque las palabras no salgan de sus labios, su mirada te atraviesa, te desnuda, t expresa emociones, ilusiones, miles de razones por las que debes llamarlos amigos.

Suerte o no suerte al tenerlos, al encontrarlos, hay que buscarlos y dejarlos, los mejores se hacen esperar y nunca te van a olvidar, nunca te van a dejar. Tuve amigos pasados, olvidados, que estaban y ya no están, que nunca fueron amigos, que solo fueron conocidos.

Tengo amigos increibles, indispensables, inimaginables. Personas que me dan la mano cuando me caigo y me piden ayuda cuando están en el suelo, porque no solo quiero que me den su voz, quiero que me pidan la mia, sentirme necesario, buscado con miradas, tocado en la espalda por una mano amiga, querido, siempre querido...

Enfados intrincados en momentos olvidados, porque un amigo no se enfada, se molesta, se perdona, busca una mirada que apruebe el volver a mirarnos, nunca te enfades tio, tia, no conmigo, no.

Gracias amigos, venidos y por venir, conocidos y por conocer, perdidos y por perder, nunca os olvidaré.

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